Hipocondriacos sociales

por Roberto Gigena///

“La sociedad está enferma”. Idea falsa para mí. Yo cuestionaría “¿Cuándo la sociedad estuvo sana? Biológicamente, hablando, se sobre entiende que las patologías comienzan con la alteración de un organismo en perfecto estado de salud. En qué momento paso de un estado “sano” a uno enfermo. ¿En qué punto de la historia se vio una sociedad sana? Si tomamos  como característica de una sociedad enferma cosas como: Corrupción, guerras, matanzas y demás factores que amenazan el buen desarrollo de las personas se debe hacer una relectura de la historia para comprender que esto paso desde el comienzo de los días, claro que no lo justifica, pero lo malo no domina, lucha constantemente con los otros, con los que se puede dar el nombre de buenos. La idea de que la sociedad está enferma o “está loca” no es tan objetiva. Son maneras de interpretación, debemos ver de dónde viene. Así como naturalizamos los malos hechos de la historia diciendo “esto es así” también tomamos como propio el dicho la sociedad está enferma.  ¿Hasta dónde abarca la sociedad? Y ¿hasta donde realmente conocemos la sociedad? Quizás es una mala lectura de la realidad, quizás la realidad sea así; “la única verdad es la realidad” dijo un gran estadista Argentino. Pero reitero que con esto no estoy justificando y normalizando la situación. Es fácil generalizar y apuntar a la sociedad pero así mismo muchas veces se ignora por que quienes lo dicen también forman parte de esa sociedad, surge una dicotomía que no se tiene en cuenta a la hora de análisis superfluos. Muchos se lamentan por el estado que tiene su entorno pero no reparan en cosas como que es lo que se hace individualmente para que esto no se intensifique. Han nacido utopías como las de cambiar el mundo, el romanticismo siempre presente ante las consecuencias del constante agonizo social; pero de las cuales somos testigo de que no han trascendido. Al la sociedad está enferma yo la retrucaría con “¿y por casa como andamos?” ¿De que nos hacemos cargo y de que no? Esta manera aséptica de mirar las cosas no es pretexto para caer en un nihilismo, si no, que debería ser el disparador para repensar las cosas y que es lo que podamos aportar para que las cosas que creemos que están mal mejoren algo. Esto debe ser por voluntad propia, por intereses propios y no bajo la presión de que se debe hacer algo, cambiar el yo debo por el yo podría, quizás sea una manera de no sentir la imposición y no llegar a una frustración que nos haga desistir de nuestros ideales. En esta época sentimos como que este malestar social cada vez es peor, pero realmente ¿estamos entendiéndolo bien? Creo que no hay cosas más malas que otras, la maldad es una sola, todo depende de cómo repercuta en el receptor de esa maldad, pero para mí, no es un tema de aumento de maldad, es un acrecentamiento demográfico que hace que las cosas se amplifiquen. Hace mil años atrás quizás los malos actos de la sociedad no repercutían tal como hoy, los medios de comunicación, la tendenciosidad de aquellos que lo transmiten, no les quito veracidad solo cuestiono las intenciones. Pero no es lo mismo 100 caballeros templarios persiguiendo supuestos herejes que una nación que sacrifica miles y miles de vidas inocentes con el propósito de desarraigar una sociedad que según sus lógica e intereses “no encaja” en el mundo. El único método, que yo creo conveniente; para entender un poco de por qué la sociedad es como nosotros la vemos, sería hacer una investigación histórica y analizar los hechos que le dieron forma a esta humanidad; todo esto sin olvidar de que nosotros también cavemos en ella y debemos hacer lo propio. De otra forma optar  ser como el eremita Zaratustra y comenzar una psicomisantropía que nos haga cuestionar sobre nuestra conducta y de esa forma volver a interactuar socialmente. La sociedad no está enferma, creo que somos unos hipocondriacos sociales.

 

 

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